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18 de Mayo, 2020

Los préstamos rápidos y su incremento durante la crisis del coronavirus

02:00 | La proliferación de los créditos rápidos está cada vez más presente en el mundo de los préstamos personales , sobre todo durante la crisis sanitaria que está provocando el COVID-19.

Los préstamos rápidos y su incremento durante la crisis del coronavirus

En estos momentos complicados que nos está tocando vivir, muchos individuos y negocios de nuestro país han empezado a solicitar préstamos durante COVID-19, con el fin de poder afrontar los pagos. En este aspecto, se ha visto incrementada la solicitud de préstamos o créditos rápidos. Para saber en qué consisten, en el siguiente artículo, se va a detallar la definición de los mismos y se van a analizar las ventajas e inconvenientes que traen consigo la solicitud de los créditos rápidos.

¿Qué son los créditos rápidos?

Se trata de pequeños préstamos que se conceden al solicitante de una forma muy rápida e independientemente de cuál sea su perfil.

La documentación que suelen requiere se basa únicamente en una nómina y el DNI del solicitante. El trámite es muy sencillo, lo que hace que el dinero lo obtengas de una forma rápida, de ahí que se haya incrementado la solicitud de los mismos durante el estado de alarma.

Además, no requiere la justificación de la finalidad que tendrá el dinero solicitado.

Suelen oscilar entre cantidades de entre pequeñas los doscientos y los mil euros. La solicitud de los créditos rápidos se lleva a cabo de manera digital y por ello el proceso es más rápido y fácil. De hecho, en la solicitud se tarda entre diez y quince minutos, teniendo la cantidad que se ha solicitado previamente a las 24 o 48 horas siguientes, con un máximo de 5 días, en función de la entidad.

Estos créditos se liquidan también en unos períodos de tiempo no muy largos, normalmente entre dos o tres meses, en función de la cantidad.

Además, para obtenerlos no se necesita acceder a un banco tradicional, ya que el objetivo es poder financiar a las personas de la forma más rápida posible y evitar, de este modo, los largos procesos que se llevan a cabo al solicitar un préstamo convencional.

Los créditos rápidos, también denominados minicréditos, tienen una serie de ventajas e inconvenientes que conviene reconocer y explicar, antes de pedir uno de ellos. En primer lugar, se explicarán las ventajas; y, en segundo lugar, se enumerarán los inconvenientes.

Las ventajas de los créditos rápidos

1. La desaparición de papeleos

Como se dan cantidades muy pequeñas, las entidades que las ofrecen no exigen muchos requisitos, por lo que no hace falta aportar una cantidad excesiva de documentación o papeleo.

Los únicos requisitos imprescindibles a la hora de solicitar este tipo de financiación son: tener una identificación (DNI o tarjeta de residencia) y poseer un dispositivo con acceso a Internet. Si la cantidad es superior a quinientos euros, se requerirá una nómina.

2. La rapidez

El proceso para la solicitud es muy rápido y sencillo. Desde que se demanda la cantidad de dinero deseada, incluyendo el envío de la documentación, hasta la obtención del dinero pasarán como máximo 5 días, aunque lo habitual es que sea en un día o dos. Este último aspecto depende del banco al que se envíe.

3. La confidencialidad

En este caso, se refiere, a los motivos por los que se solicitan estos préstamos. Sea cual sea, el solicitante no tiene que detallar el motivo por el que lo pide. Es totalmente confidencial.

Además, el proceso de solicitud solo será conocido por la entidad y por el cliente.

Los inconvenientes de los créditos rápidos

1. El coste elevado

Es uno de los inconvenientes más importantes ya que las comisiones y los intereses de estos créditos son mucho más grandes que los de un préstamo normal. Sobre todo, se debe a la rapidez y a la sencillez con la que pueden ser concedidos.

Como no exigen apenas requisitos para ser concedidos, las entidades bancarias se aseguran, con los intereses altos, una garantía ante los riesgos que puedan producirse por impago.

2. Los altos intereses ante retrasos en los pagos

Ante los retrasos que se puedan producir a la hora de pagar la cuota, los costes se elevan de una manera exponencial.

La ampliación de las fechas de pago puede hacer que se acumulen los intereses hasta en un 1%, sumándole a esto una comisión por impago. Además, si el cliente no avisa de que va a haber un retraso, el coste podrá incrementarse y será mayor.

3. El sobreendeudamiento

Ante la desesperación en esta crisis sanitaria, es muy posible que la solicitud masiva de este tipo de créditos lleve al solicitante a un sobreendeudamiento. Esto nace de la facilidad con la que se concede esta financiación. Así, lo que pasará es que el solicitante cuando necesite dinero acudirá ellos y lo utilizará para para pagar otro crédito de este tipo anterior, acabándose por endeudar.

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