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INTERNACIONALES
25 de Abril, 2017

Somníferos: El plan macabro del DT detrás del crimen que estremece a todos

08:10 | El técnico elaboró un minucioso plan donde la tragedia siempre sería el resultado.

Somníferos: El plan macabro del DT detrás del crimen que estremece a todos

Un entrenador de fútbol asesinó a Felipe Romero, hijo de un ex jugador de Peñarol, de 10 años, después que la madre le advirtiera que no podía ver más al niño. Los cuerpos de ambos fueron hallados sin vida el sábado en un descampado. ¿Cuál es la historia detrás de este infanticidio?

Un asesinato sacude a Uruguay. El sábado a la madrugada, después de casi dos días de búsqueda, apareció el cuerpo de Felipe Romero, de 10 años, junto al de su entrenador de baby fútbol en el Club Defensor de Maldonado, Fernando Sierra, de 32. El hombre mató al nene después que la madre, por recomendación de la psicóloga del menor, le advirtiera que no podía estar más a solas con su hijo.

"Si no puedo ver más a Felipe, me mato", advirtió el entrenador. Y cumplió. Pero lo que nadie puede procesar aún en el país vecino es que el pedófilo también se llevó la vida del pequeño. El jueves pasado, dos días después del aviso de Alexandra Pérez -madre de Felipe-, Sierra retiró al nene del colegio sin autorización y se lo llevó a "un viaje de ida", tal como lo calificó uno de los oficiales que intervino en el caso, según el diario uruguayo El País.

Adriana Morosini, la jueza que instruye la causa, tomará testimonio en las próximas horas a Pérez, a la maestra y a la directora de la escuela N°2 de Maldonado, ciudad en la que vivía Felipe. La intención de la magistrada es determinar cómo es que el infanticida pudo retirar a su víctima de la institución antes de finalizado el horario de clases.

El macabro plan de Sierra

El técnico, angustiado por la advertencia recibida, elaboró un minucioso plan que siempre tuvo como fin el asesinato y un posterior suicidio. Sierra alquiló un auto, compró tres blisters de somníferos y consiguió un arma calibre 22. Con todo lo necesario para llevar a cabo su macabro plan, partió el jueves hacia el establecimiento educativo y retiró a Felipe antes del horario de salida.

En el camino al sotobosque de Villa Serrana -donde fueron encontrados los cuerpos-, el hombre tiró su celular por la ventada el vehículo para evitar ser rastreado. El aparato, destrozado por el paso de un camión, fue encontrado en la ruta 39 que conduce al lugar donde perpetró el horror.

Después de dejar el auto en una zona descampada, Felipe y Sierra caminaron 300 metros hasta el lugar donde todo terminaría. Según las pericias y las autopsias, el menor fue abusado y habría sido sedado por su homicida. Después, lo conocido: tras matar al menor de un disparo en la cabeza con un arma calibre 22, el entrenador se quitó la vida.Tras encontrar el auto y de un intenso rastrillaje en la zona, los policías encontraron los cuerpos en la mañana del sábado.

Sierra mantuvo una extraña relación con Felipe durante los últimos dos años, momento en que el menor comenzó a jugar al fútbol en el Club Defensor de Maldonado. Desde entonces, el hombre estableció un vínculo de suma confianza, también, con la madre del menor. A tal punto llegó la complicidad entre las partes, que Sierra consiguió que los padres del menor le otorgaran un permiso para viajar al exterior con el nene. 

En las vacaciones pasadas, ambos, Sierra y Felipe, estuvieron solos en Brasil. Alexandra percibió un cambio en la conducta habitual de su hijo y dos psicólogas empezaron a tratarlo. A las profesionales les llamaba la atención que Felipe llamara "papá" al entrenador de fútbol y comenzaron a recopilar indicios para sospechar que el adulto sometía a su víctima.

Tras la advertencia de las psicólogas y la recomendación de no permitir que Sierra estuviera en soledad con Felipe, llegó el encuentro entre Alexandra y el posterior asesino de su hijo, el gatillo que desembocó en la tragedia que enluta a Uruguay. 

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